Alex Bregman, Framber Valdez y los Astros han tenido un comienzo perfecto en estos playoffs.
Con la fórmula que le permitió ganar 106 juegos en la temporada regular -pitcheo sólido y vuelacercas-, Houston no ha aminorado la marcha ante los Yankees.
Bregman bateó un jonrón de tres carreras en los albores del duelo, Valdez brindó una labor refulgente de siete entradas y los Astros superaron el jueves 3-2 a Nueva York, para ampliar a 2-0 su ventaja en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Los Astros mejoraron a una foja de 5-0 en esta postemporada. Barrieron en tres juegos a Seattle antes de encarar la serie ante los Yankees, a un máximo de siete duelos.
«Tenemos a varios jugadores candentes. Nos gustaría que todos lo estuvieran», dijo el manager Dusty Baker.
Aaron Judge, el toletero de los Yankees, se quedó a poco de aportar un cuadrangular de dos carreras en la octava entrada. La pelota fue atrapada justo frente a una cerca baja por el jardinero derecho Kyle Tucker.
Habría aterrizado en el pórtico del jardín derecho pero, de acuerdo con el sistema Statcast, el vuelo se frenó por el viento, en una noche en que el techo del Minute Maid Park estuvo descorrido.
«Creo que el techo abierto nos aniquiló», dijo el manager de Nueva York, Aaron Boone. «No pienso que él haya conectado esa pelota tan fuerte como para decir sin duda que se iría. Pero ese batazo se pareció mucho a sus otros jonrones por el jardín derecho».
Una noche después de que Justin Verlander ponchó a 11 en un triunfo por 4-2, Valdez contribuyó con otra estupenda apertura. Y el jonrón de Bregman en la tercera entrada fue todo el ataque que Houston requirió.
«Tuvimos un buen pitcheo ahí», dijo Bregman. «Son realmente buenos. Simplemente tratamos de seguir luchando».
Valdez toleró apenas cuatro imparables, no regaló boletos y recetó nueve ponches. Las únicas carreras conseguidas por Nueva York fueron sucias y llegaron en el cuarto episodio, cuando Valdez cometió dos pifias en la misma jugada.
Rápidamente recuperó la concentración y maniató al poderoso bateo neoyorquino en el resto de la ruta.
Después de ese inning, Valdez sólo permitió un hombre en base, resultado de un sencillo de Harrison Bader con dos fuera en el quinto acto. Retiró a sus últimos siete adversarios, incluidos ponches a los tres del séptimo capítulo.
Valdez, quien suele hablar de que ha madurado, comentó que hace unos años, esos errores del cuarto inning lo habrían hundido sin remedio.
Cortesía La Mayores.
