Tras el brindis en Rusia entre el presidente Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un por el acuerdo de «fortalecimiento de la cooperación», un enjambre de drones fue lanzado por la noche al cielo de Ucrania.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Kiev informó que de 22 drones kamikazes, 17 fueron derribados por unidades de defensa antiaérea. La alarma saltó en cuatro regiones, entre ellas Kherson y Zaporizhzhia. También en la autoproclamada República Popular de Donetsk, el ejército ruso intensificó los bombardeos y asaltos afirmando haber destruido cinco drones ucranianos que intentaban atacar un buque militar en el Mar Negro.
Mientras Moscú también afirma que las fuerzas militares rusas destruyeron un puesto de mando, un centro de control de drones y otros objetivos del ejército ucraniano en Donetsk, Estados Unidos está enviando personal a Kiev para evaluar el uso de la ayuda militar estadounidense, según informa la Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa en un informe publicado ayer.
Desde Japón llega la alarma por las posibles violaciones de las resoluciones de la ONU sobre los acuerdos armamentísticos realizados durante la reunión entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente ruso, Vladímir Putin. «Estamos siguiendo las conversaciones con preocupación», declaró a la prensa la ministra de Asuntos Exteriores, Yoko Kamikawa, «incluida la posibilidad de que puedan dar lugar a violaciones de la prohibición del Consejo de Seguridad sobre transacciones de armas relacionadas con Corea del Norte», país afectado por varias sanciones internacionales.
