La Ventana de Campeones se transformó en un pequeño estadio Metropolitano durante la celebración de la undécima estrella del Junior de Barranquilla, en una noche cargada de emoción, música y fervor rojiblanco. Miles de aficionados colmaron los alrededores del monumento para aclamar a los jugadores y al cuerpo técnico, reviviendo por momentos la salida del equipo a la cancha en la final frente al Deportes Tolima.
Con bengalas, juegos pirotécnicos, banderas y camisetas, la hinchada recibió uno a uno a los integrantes del plantel campeón, en una fiesta similar a la vivida hace dos años con el título dirigido por Arturo Reyes. La delegación estuvo encabezada por el máximo accionista Fuad Char y el técnico Alfredo Arias, quienes compartieron el protagonismo con los jugadores ante los micrófonos y el cariño del público.
Uno de los momentos más celebrados fue la aparición de Teófilo Gutiérrez, ídolo rojiblanco, quien encendió a la multitud con su característico mensaje: “Junior manda, Junior es el más grande de Colombia”. Además, se tomó una fotografía especial junto a Yimmi Chará, reviviendo la recordada dupla ‘ChaTeo’, que consiguió su primer título de Liga con el club.
Entre cánticos como “este es el glorioso Junior que viajó a Ibagué y salió campeón”, el técnico Alfredo Arias, visiblemente emocionado, agradeció el respaldo de la afición. “Me siento como si hubiera nacido acá. Estos jugadores son valientes, no se rinden. Vamos por más”, expresó el estratega uruguayo.
El capitán Didier Moreno también tuvo palabras para su entrenador, destacando su liderazgo y calidad humana, mientras que Fuad Char aseguró que el título comenzó a gestarse con la victoria ante Atlético Nacional en Barranquilla. “Ustedes son el pulmón del equipo. Junior depende de su gente”, afirmó ante los hinchas.
El más ovacionado de la noche fue José Enamorado, elegido como el mejor jugador de la final, quien levantó el trofeo al ritmo de ‘Estar enamorado’ de la orquesta Noche Caliente. Aunque no pudo jugar este semestre, Carlos Bacca también recibió el cariño del público, que le dedicó el coro de “¡Goleador, goleador!”.
La celebración cerró como una noche histórica para el juniorismo, con jugadores, directivos e hinchas unidos en una sola voz, confirmando que la undécima estrella no solo se ganó en la cancha, sino que se celebró con el corazón de Barranquilla.







