La Copa Libertadores habla portugués desde 2019.
En las últimas cuatro ediciones, el campeón del torneo regional ha sido brasileño, incluyendo el pleno de los finalistas en las tres ediciones más recientes. Ante esa demostración de poderío, sólo Boca Juniors tiene oportunidad de cambiar la tendencia.
El equipo argentino recibirá a Palmeiras el jueves en el partido de ida de las semifinales, que comenzarán el miércoles con el primer choque fratricida entre Fluminense de Río de Janeiro e Internacional de Porto Alegre.
Con seis títulos de Libertadores, Boca es el segundo más ganador — uno menos que Independiente de Avellaneda — y confía en exhibir su mística copera en La Bombonera ante un rival al que superó en los tres enfrentamientos que han librado en fases decisivas: la final de 2000 y las semifinales en 2001 y 2018.
“Confío mucho en el equipo, vamos a estar muy fuertes todos. La cancha va a explotar y el equipo va a responder”, avisó el entrenador xeneize Jorge Almirón tras el empate 1-1 con Lanús el sábado en la Copa de la Liga. Las dudas en el juego del cuadro azul y oro, que apenas ha obtenido un triunfo en tiempo reglamentario en sus últimas ocho presentaciones, han alcanzado a una de sus principales figuras, el uruguayo Edinson Cavani, quien desde su llegada sólo ha marcado un tanto en ocho partidos.
Una de las pocas certezas que tiene Almirón, acostumbrado a cambios de nombres y sistemas en sus alineaciones, es la presencia del arquero Sergio Romero, quien ha sido clave en las definiciones desde el punto penal en las llaves contra Nacional en octavos de final y Racing en cuartos. El jueves es la primera de una seguidilla de partidos que pueden definir la suerte de Almirón, mirado de reojo por la irregularidad en el rendimiento de sus jugadores. Después de Palmeiras, Boca recibirá el domingo a su clásico rival River Plate por la liga local antes de viajar a Sao Paulo para la revancha de la semifinal de Libertadores.
Enfrente estará Palmeiras, un viejo conocido al que Boca superó hace cinco años en esta instancia con tres goles de Darío Benedetto. El Verdao, que supo ganar el certamen en 1999, 2020 y 2021, tampoco llega en su mejor momento tras perder 1-0 con Gremio en el campeonato local y quedar a siete puntos del líder Botafogo.
“Cada juego, oponente y contexto es diferente. No es posible comparar, ahora tendremos un partido por la Libertadores contra otro rival, en otro campo y nos prepararemos para esta definición”, señaló el técnico portugués Abel Ferreira, que ha llevado a Palmeiras a las semifinales de la Libertadores desde que asumió el cargo hace cuatro años, un récord que tenía en exclusividad River Plate desde 2020.
Aunque el club de Sao Paulo acumula nueve partidos invicto en el actual torneo, su ataque se ha resentido desde la baja de Dudú, operado de una grave lesión en su rodilla derecha, y solo suma un gol en los últimos cuatro compromisos.
El delantero Rony, que ha anotado en 21 ocasiones en Libertadores desde 2020, es el arma ofensiva de los paulistas, que también contarán con el centrocampista Raphael Veiga, convocado a la selección brasileña para los próximos duelos de eliminatorias ante Venezuela y Uruguay.
CHOQUE BRASILEÑO
La otra semifinal entre Fluminense e Internacional garantiza que Brasil tendrá un finalista asegurado en la definición que se disputará el 4 de noviembre en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, que precisamente también será sede del primer duelo de la serie.
Fluminense, el único de los cuatro sobrevivientes que no ha sido campeón de la Libertadores, sueña con alzar por primera vez la copa con el liderazgo de Marcelo, que regresó a su país luego de ganar 25 títulos con el Real Madrid, incluyendo cinco Ligas de Campeones.
El equipo carioca, dirigido por el técnico Fernando Diniz — quien al mismo tiempo se desempeña como seleccionador interino de Brasil — cuenta con el ariete argentino Germán Cano, goleador del torneo con nueve dianas.
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