Jugadores, entrenadores y personal de la NFL expresaron su consternación y profundo pesar el martes, tras el tiroteo ocurrido un día antes en la oficina principal de la liga en Manhattan, que dejó un saldo de cuatro personas muertas y varios heridos.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, confirmó que el atacante, cuya identidad no ha sido revelada oficialmente, intentaba acceder a una zona específica del edificio de la NFL, ubicado en el 345 de Park Avenue, pero terminó en un área diferente tras tomar un ascensor equivocado. Entre los heridos se encuentra un empleado de la liga, según informó el comisionado Roger Goodell.
La tragedia tuvo eco inmediato en el mundo del fútbol americano. Entrenadores como Aaron Glenn, de los Jets de Nueva York, y Brian Daboll, de los Giants, iniciaron sus respectivas ruedas de prensa refiriéndose al ataque. Glenn expresó su pesar diciendo que deseaba que “fuera una mejor mañana”, mientras que Daboll lo calificó como “un evento trágico”.
Raheem Morris, entrenador de los Falcons de Seattle, también se pronunció. “Solo quiero comenzar abordando la violencia sin sentido que ocurrió en Nueva York”, dijo. “Enviamos nuestros pensamientos y oraciones a todos los involucrados, incluido uno de los nuestros”.
La sede de la NFL permanece bajo estrictas medidas de seguridad mientras continúan las investigaciones. La comunidad deportiva en general se ha unido en mensajes de solidaridad y duelo frente a este acto de violencia que ha sacudido los cimientos de una de las instituciones deportivas más importantes del país.
