La undécima estrella quedó muy cerca de bordarse en el escudo de Junior tras la contundente victoria 3-0 sobre Deportes Tolima, lograda el pasado viernes en el estadio Metropolitano de Barranquilla. Sin embargo, como lo ha reiterado el técnico Alfredo Arias, aún resta dar el último y más importante paso: el partido de vuelta de la final, este martes en Ibagué.
El compromiso que definirá al campeón de la Liga Colombiana del segundo semestre de 2025 se disputará a las 7:30 p.m. en el estadio Manuel Murillo Toro, escenario en el que el conjunto tiburón aspira a celebrar un nuevo título, el primero en esa plaza.
Aunque para muchos la serie parece sentenciada, en el seno del equipo rojiblanco el mensaje es claro: mesura, concentración y respeto por un rival que, con el apoyo de su gente, intentará revertir la desventaja.
Tras el abultado triunfo en Barranquilla, Arias insistió en que a Ibagué se debe ir “con humildad”, sin exceso de confianza y con la plena conciencia de que será un partido complejo.
El entrenador no ha dado pistas sobre la alineación inicial, aunque no se descarta que opte por un esquema con tres centrales —Jermein Peña, Javier Báez y Lucas Monzón—, una variante que implicaría que el atacante Guillermo Paiva inicie desde el banco debido a la cuota de extranjeros.
El único nombre fijo es el de José Enamorado, gran figura del partido de ida, en el que marcó dos goles y fue determinante en la amplia victoria frente al conjunto tolimense.
En Junior no hay espacio para el triunfalismo. La experiencia de 2004, cuando el equipo llegó a Medellín con una ventaja de 3-0 ante Atlético Nacional y terminó definiendo el título en una dramática tanda de penales, tras perder 5-2 en el partido de vuelta, sigue siendo una lección vigente: las finales se ganan jugándolas.