Junior volvió a tocar el cielo. El equipo rojiblanco conquistó en Ibagué la undécima estrella de su historia, cerrando una final impecable ante el Deportes Tolima, al que derrotó 1–0 en el partido de vuelta, tras el contundente 3–0 conseguido en Barranquilla.
El conjunto dirigido por Alfredo Arias refrendó su superioridad desde el primer tiempo, cuando José Enamorado marcó el gol que sentenció la serie al minuto 16, luego de una asistencia precisa de Yimmi Chará, dejándolo mano a mano frente al arquero Cristopher Fiermarín.
Ni siquiera los momentos de dificultad alteraron el destino del título. Junior mantuvo el control del partido tanto con once hombres como después de quedarse con diez, tras la expulsión de Guillermo Paiva al minuto 41, una decisión arbitral que fue considerada exagerada por varios sectores.
El técnico Alfredo Arias celebró antes del pitazo final, consciente de que el título ya estaba asegurado. Para el estratega uruguayo, se trata de su primer campeonato en el fútbol colombiano, logrado apenas en su primer semestre al frente del equipo tiburón.
La emoción se reflejó en cada uno de los jugadores. Teófilo Gutiérrez, a sus 40 años, ingresó desde el banco y dejó todo en la cancha, sumando su tercer título de Liga con Junior. Yimmi Chará, como capitán, levantó por primera vez el trofeo liguero con el club, al igual que Guillermo Celis, quien por fin pudo celebrar tras quedarse cerca en temporadas anteriores.
En el arco, el uruguayo Mauro Silveira siguió la tradición de sus compatriotas Sebastián Viera y Santiago Mele, al salir campeón en su primer año con Junior. También se destacó Lucas Monzón, quien apareció en los cuadrangulares y se consolidó como titular, convenciendo a la exigente hinchada rojiblanca.
La lista de campeones se completa con nombres como Didier Moreno, Jermein Peña, Edwin Herrera, ‘Titi’ Rodríguez, Jefersson Martínez y otros jugadores que respondieron cada vez que fueron requeridos.
Capítulo aparte para José Enamorado, el gran protagonista de la final: doblete en la ida y gol decisivo en la vuelta, cerrando un semestre brillante que lo proyecta al radar del fútbol internacional.
La única llegada clara del Tolima fue un remate de Samuel Velásquez, que se estrelló en el palo y recorrió la línea de gol sin entrar. De resto, Junior mostró aplomó, orden y madurez para resistir y cerrar una serie sin sobresaltos.
Con este título, Junior hizo historia, al coronarse campeón ganando ambos partidos de la final, algo que no había logrado en torneos cortos. Una consagración sólida, convincente y sin sufrimiento, que ya quedó grabada en la memoria de su hinchada.







