La estrella de los Golden State Warriors, Stephen Curry, permanecerá fuera de las canchas por lo menos una semana debido a una contusión en el cuádriceps derecho y un músculo distendido, lesiones que sufrió durante la derrota 104-100 ante los Houston Rockets el miércoles por la noche.
Tras el encuentro, el base se sometió a una resonancia magnética cuyos resultados llevaron al equipo a anunciar que será reevaluado en una semana. Esto significa que, como mínimo, se perderá tres partidos. El cuerpo médico y el staff técnico de Golden State suelen aplicar un proceso gradual de recuperación antes de permitir el regreso de un jugador lesionado, por lo que el tiempo de ausencia podría extenderse.
“Nadie quiere lesionarse, especialmente así”, comentó su compañero Jimmy Butler. “Obviamente, llegamos tan lejos como él llega, pero queremos que esté bien para tener la mejor oportunidad de ser grandes. Creo que podemos mantenernos firmes por un par de días”, añadió.
Curry, de 37 años y en su temporada número 17 en la NBA, resultó lesionado tras una dura caída junto a Amen Thompson, de los Rockets, cuando restaban 3:24 minutos con el marcador empatado a 91. La jugada, inicialmente sancionada como falta ofensiva de Thompson, fue revisada y cambiada a bloqueo defensivo de Curry, quien quedó adolorido en el suelo. Finalmente abandonó la cancha cojeando y se dirigió al vestuario faltando 35,2 segundos para el final.