El portero del Paris St Germain, Matvey Safonov, atajó cuatro penales en una dramática tanda de penales para entregarle a los campeones franceses el título de la Copa Intercontinental después de un reñido empate 1-1 con Flamengo en la final el miércoles.
El portero ruso fue un modelo de compostura al negarle cuatro penaltis a Flamengo y permitirle al PSG obtener una victoria por 2-1 en la tanda de penaltis en el Estadio Ahmad bin Ali.
Fue el sexto título del PSG en 2025, y su primera Copa Intercontinental se sumó a un botín de trofeos de un año calendario dorado que ya incluía la Ligue 1, la Copa de Francia, el Trofeo de Campeones, la Liga de Campeones y la Supercopa de Europa.
El equipo de Luis Enrique se había adelantado en el marcador en la primera mitad gracias a Khvicha Kvaratskhelia, pero Jorginho igualó para el conjunto brasileño de penalti poco después de la hora de partido.
Flamengo, que buscaba su tercer título importante este año después de ganar el título brasileño y la Supercopa de Brasil, demostró ser un hueso duro de roer, mostrando una vez más la calidad del fútbol sudamericano tras la Copa Mundial de Clubes de principios de este año.
«Podemos estar orgullosos de nosotros mismos, jugamos un gran partido contra un rival difícil», dijo el centrocampista del PSG Warren Zaire-Emery.
Ahora tenemos que seguir así porque lo más duro de la temporada aún está por delante».
El PSG tuvo oportunidades en rápida sucesión a través de Neves, Dembélé y Barcola en la primera mitad del tiempo extra, pero el Flamengo estuvo físicamente a la altura de las circunstancias.
El PSG dejó de lado la cautela en los últimos minutos con ocasiones claras para Dembélé y Barcola, cuyo disparo desviado se marchó desviado por poco en el minuto 117. Nuno Mendes obligó a Rossi a realizar una gran parada un minuto después, pero la final se decidió en los penaltis.
Safonov encajó desde el primer penalti antes de atajar los goles de Saúl Ñíguez, Pedro, Leo Pereira y finalmente Luiz Araujo. Vitinha y Mendes marcaron para el PSG, mientras que los fallos de Dembélé y Barcola resultaron intrascendentes.







