A la cabeza de la delegación colombiana llegó el técnico Alberto Gamero, que para no dividir fuerzas y quedarse sin el pan y sin la torta, decidió apostar todas las fichas de Junior a la clasificación en la Copa postergando la liga local. Es una jugada arriesgada, que hasta puede costarle el cargo, pero el de Santa Marta sabe que el que no arriesga, no gana. Y por eso no se conforma con el 1-0 provisorio en el global.
“Llevamos una diferencia de un gol. Hay que hacerla valer primero, y luego salir a buscar el otro gol”, propone el DT, quien en el poco tiempo que lleva en el club, ha intentado imponer un estilo de posesión de pelota y ataque. Claro que, en el Monumental, sería hasta irresponsable querer ser el protagonista.
“Estamos preparados para un partido duro y complicado. Pero también tenemos las expectativas de poder pasar de ronda”, señaló el hombre de pelo crespo, líder de un equipo con mucha mayor experiencia internacional que el “Decano”, pero a la vez consciente de que los pergaminos son solo eso: huellas de un pasado que no tendrá cabida esta noche.
“Imaginamos un partido en el que Atlético Tucumán va a salir a buscar su gol, a apretarnos. Nosotros tenemos que mantener la posesión del balón principalmente. Eso es lo que queremos”, reveló Gamero.
“Sabemos que se hace fuerte con su hinchada. Nosotros tenemos que tener la valentía y la personalidad para jugar al fútbol. Yo creo que Junior es un equipo que tiene jugadores grandes, que está capacitado para manejar estas situaciones”, confió.
Cortesía: La Gaceta de Tucumán.
