El personaje otrora conocido como “el hombre más malo del planeta” se paró entre Errol Spence Jr. y Terence Crawford durante la conferencia de prensa del jueves. Y tan sólo esa presencia de Mike Tyson ilustró la magnitud de la próxima pelea entre ambos.
Los dos púgiles invictos se enfrentarán el sábado por la noche. El ganador unificará los cuatro cetros welter, algo que jamás ha ocurrido desde 2004, cuando comenzó a haber ese número de cinturones disponibles.
Spence (28-0, 22 nocauts) es ya dueño de los títulos del CMB, la AMB y la FIB. Crawford (39-0, 30 nocauts) posee el campeonato de la OMB.
De acuerdo con FanDuel Sportsbook, Crawford es favorito por menos 146.
“No he visto algo así en 30 años: dos de los mejores peleadores del mundo decidirán quien es genuinamente el mejor”, recalcó Tyson. En muchos lugares se ha comparado esta contienda con otros clásicos de la división, como los dos enfrentamientos entre el panameño Roberto “Mano de Piedra” Durán y Sugar Ray Leonard en 1980. Otros han sacado a relucir el combate entre Leonard y Tommy Hearns al año siguiente; el de Pernell Whitaker y el mexicano Julio César Chávez en 1993, o el de Shane Mosley y Óscar de la Hoya en 2000.
Los dos boxeadores entienden la expectación causada por su pleito. Ambos consideran que un triunfo marcaría el mayor logro de su carrera. “Esto va a ser legendario”, anticipó Spence. “Será icónico. La gente va a hablar de esta pelea dentro de 30 o 40 años cuando se refiera a los combates legendarios. Cuando hablen de Leonard y Tommy Hearns y Marvin Hagler… van a mencionar también esta pelea”.
El combate ha generado ya buenos ingresos. En la reventa, los boletos más baratos rebasan los 300 dólares para quien desee un asiento en vez de permanecer de pie durante tres horas.
Buena parte de la emoción que antecedió a la pelea obedeció al tiempo que llevó pactarla. El apetito por este enfrentamiento fue creciendo entre los aficionados al boxeo al paso de los años.
Los contrincantes siempre parecieron destinados a verse las caras, aunque Spence sobrevivió a dos accidentes automovilísticos graves. Estuvo cerca de morir en 2019, cuando salió despedido del vehículo tras perder el control. El año pasado, un adolescente de 14 años lo impactó de frente.
De algún modo, Spence se salvó de lesiones graves y se sometió en 2021 a una cirugía por un desprendimiento de retina. Pudo enfocarse en su carrera. El boxeador de 33 años, residente en DeSoto, Texas, ganó el título de la FIB en 2017, se apoderó del fajín de CMB en 2019 y se coronó en la AMB el año pasado.
Cortesía: AP Deportes.
