El ministro del Interior, Armando Benedetti, sugirió que el salario mínimo en Colombia podría llegar a $1.800.000 a finales de este año, señalando que los pagos adicionales aprobados en la reforma laboral contribuirían a mejorar las condiciones de los trabajadores.
La propuesta generó una fuerte reacción por parte de Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, quien consideró que decretar un incremento de esa magnitud sería un “sinsentido” y representaría un grave riesgo para la economía nacional.
“Decretar un salario mínimo de $1.800.000 para el próximo año significaría un reajuste del 26,44 % respecto al salario actual. Un verdadero sinsentido”, señaló Cabal.
El dirigente gremial advirtió que subir los salarios de manera desproporcionada podría generar presiones inflacionarias y afectar la estabilidad económica del país.
“El ministro del Interior debería comprender que el primer paso para embarcar a un país en una hiperinflación es subir alocadamente los salarios para congraciarse con el pueblo. Puro populismo barato. Eso es pan de hoy y hambre para mañana”, añadió.
Cabal también criticó que este tipo de declaraciones desconoce los espacios de diálogo y concertación laboral con el sector privado, subrayando que “una decisión unilateral de aumentar el salario mínimo de manera tan desmedida solo puede obedecer a una estrategia populista electoral o a la ignorancia supina del Gobierno”.
Finalmente, el presidente de Fenalco hizo un llamado al ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, al considerar que este tipo de afirmaciones “sepultan la mesa de concertación laboral para este año”, en la que tradicionalmente se define el aumento del salario mínimo en consenso con empresarios y trabajadores.