El ultraderechista José Antonio Kast se impuso este domingo en las elecciones presidenciales de Chile, al derrotar por un amplio margen a la candidata de izquierda Jeannette Jara, con el 83,4 % de los votos escrutados, según datos oficiales del Servicio Electoral (Servel).
De acuerdo con el conteo preliminar, el exdiputado y fundador del Partido Republicano alcanzó el 58,61 % de la votación, frente al 41,39 % obtenido por Jara, exministra del actual presidente Gabriel Boric. Kast, de 59 años, logró una victoria contundente al ganar en las 16 regiones del país, incluyendo territorios históricamente afines a la izquierda como Valparaíso y la Región Metropolitana, donde se encuentra Santiago.
La derrota fue reconocida por el comando de Jara tras una comunicación directa entre ambos equipos. Así lo confirmó Arturo Squella, presidente del Partido Republicano y uno de los principales colaboradores de Kast.
“Nos sentimos muy orgullosos del trabajo realizado y del enorme desafío que asumimos para enfrentar las crisis que atraviesa Chile”, expresó Squella.
El resultado se convierte en la segunda victoria presidencial más amplia desde el retorno a la democracia, solo superada por el triunfo de Michelle Bachelet en 2013. Kast es, además, el primer dirigente identificado abiertamente con el pinochetismo que llega a La Moneda mediante elecciones democráticas.
Hasta ahora, el único presidente de derecha que había gobernado Chile en este periodo fue Sebastián Piñera, quien ejerció dos mandatos y que, a diferencia de Kast, votó contra la continuidad del dictador Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988.
Padre de nueve hijos y de profundas convicciones católicas, Kast recibirá la banda presidencial el próximo 11 de marzo, de manos de Gabriel Boric, a quien ya había enfrentado y perdido en los comicios de 2021. Desde 2006, Chile ha vivido una alternancia constante entre gobiernos de izquierda y derecha, sin reelecciones consecutivas del mismo signo político.
La campaña estuvo marcada principalmente por el debate sobre la inseguridad ciudadana y la migración irregular, temas que dominaron la agenda electoral pese a que Chile mantiene una de las tasas de homicidio más bajas de la región, con 6 casos por cada 100.000 habitantes.
Kast ha planteado medidas de línea dura como la expulsión masiva de migrantes, la tipificación penal de la migración irregular y la construcción de cárceles de máxima seguridad con regímenes de aislamiento para cabecillas del narcotráfico.
En el plano político, el nuevo mandatario asumirá con un Congreso fragmentado: el bloque de derecha y ultraderecha quedó a dos diputados de la mayoría en la Cámara (76 de 155), mientras que en el Senado existe un empate de fuerzas con la oposición de izquierda, lo que anticipa un escenario de negociación permanente.







