La tensión entre Estados Unidos y Venezuela volvió a aumentar este jueves. Donald Trump advirtió que las Fuerzas Armadas estadounidenses actuarán “muy pronto” en operaciones terrestres contra supuestos “narcotraficantes de Venezuela”, en medio del despliegue aeronaval de EE. UU. en el Caribe.
Trump aseguró que ya no solo interceptarán cargamentos por mar, sino también por tierra, destacando que desde septiembre las fuerzas estadounidenses han destruido más de 20 lanchas vinculadas al narcotráfico.
Por su parte, Nicolás Maduro respondió exhibiendo el poder de la Aviación Militar Bolivariana durante los 105 años de la fuerza aérea, y llamó a sus tropas a mantenerse “alertas, listos y dispuestos” a defender al país.
En Maracay, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, criticó a gobiernos “genuflexos” que —dijo— se prestan para militarizar el Caribe, mientras celebraba ejercicios de intercepción aérea ante cámaras de VTV.
En paralelo, el secretario de Guerra de EE. UU., Pete Hegseth, visitó el portaaviones USS Gerald R. Ford, y República Dominicana autorizó provisionalmente a EE. UU. utilizar dos aeropuertos para la operación antidrogas Lanza del Sur.
Crisis de conectividad en Venezuela
Venezuela amaneció con fuertes restricciones aéreas, tras revocar las concesiones de Iberia, TAP, Turkish Airlines, Avianca, Latam Colombia y Gol, acusándolas de “sumarse a acciones de terrorismo” promovidas por EE. UU.
El aeropuerto de Maiquetía operó con oferta limitada, mientras la IATA urgió a reconsiderar la medida. La vicepresidenta Delcy Rodríguez acusó a Washington de buscar “aislar” a Venezuela y anunció que se fortalecerán rutas con Moscú.
Portugal rechazó las presiones tras la suspensión de TAP, e Iberia expresó su intención de retomar vuelos cuando haya condiciones de seguridad.










