Observar aves ya no será una actividad lejana para los barranquilleros. Gracias a la iniciativa “Alas Urbanas”, impulsada por el Negocio de Desarrollo Urbano de Grupo Argos en alianza con la Sociedad de Observadores de Aves del Atlántico (SOATLÁNTICO), la comunidad podrá vivir de cerca la experiencia del avistamiento y la fotografía de aves, de manera gratuita y en escenarios estratégicos de la ciudad.
La gerente legal y de sostenibilidad de Grupo Argos, Ilva Gómez, explicó que este programa busca promover la apropiación social del conocimiento sobre las aves, fomentar la educación ambiental y fortalecer la conexión entre biodiversidad y ciudadanía.
“Queremos que las personas conozcan y valoren tanto las especies locales como las migratorias, aprendan a identificarlas, registrarlas y, sobre todo, a disfrutar de la naturaleza en armonía con el crecimiento urbano”, aseguró.
En el Ecoparque Ciénaga de Mallorquín ya se han identificado más de 150 especies, incluyendo aves residentes y migratorias que utilizan estos espacios como refugio y zona de alimentación. La meta es que los avistamientos puedan ser reportados en plataformas científicas como eBird, contribuyendo así a bases de datos internacionales de biodiversidad.
La iniciativa contempla tres talleres teóricos y tres salidas de campo en puntos clave como el Parque El Tesoro de Ciudad Mallorquín, la Universidad del Norte y el Ecoparque Ciénaga de Mallorquín. En el primer taller participaron 40 personas, quienes recibieron formación en identificación de especies, uso de herramientas ópticas, fundamentos de fotografía de aves, ética en la observación y técnicas para no alterar su comportamiento.

Las salidas de campo permitirán poner en práctica lo aprendido y vivir de cerca el avistamiento de especies como la Piranga roja, la Reinita dorada y la Guacharaca caribeña, esta última endémica de la región Caribe. Además de su valor ambiental, Gómez destacó que la actividad tiene un impacto cultural, turístico y científico: “El avistamiento de aves es un turismo de alto nivel que genera recursos para la región, fortalece la cohesión comunitaria y posiciona a Barranquilla como un destino de naturaleza”.
La convocatoria, realizada a través de las redes sociales de Ciudad Mallorquín, superó las expectativas con más de 150 personas inscritas en pocos días. Aunque los cupos iniciales se llenaron rápidamente, los organizadores no descartan ampliar la oferta y darle continuidad a la iniciativa.
“Queremos que esta sea una experiencia que se replique y que más ciudadanos se sumen al disfrute y cuidado de nuestra biodiversidad”, concluyó Gómez.










