Diciembre llega con fiesta, familia y tradición, pero también con un riesgo que se repite cada año: la pólvora, un elemento que no distingue edad ni condición social y que ha marcado miles de vidas con tragedias que podrían evitarse.
En esta temporada, cuando debería prevalecer la alegría, aumentan los casos de quemados por juegos pirotécnicos, un problema que autoridades y médicos insisten en combatir.
La historia de “Pipo”, un testimonio que sigue doliendo
En este episodio se revive la historia de Jorge “Pipo” Madero, víctima de la pólvora en los años 70. Su vida cambió para siempre por un artefacto explosivo que manipuló siendo niño.
Aún hoy carga con secuelas físicas y emocionales derivadas de aquel accidente. Su testimonio es un llamado urgente a padres, cuidadores y jóvenes a entender que un instante de diversión puede convertirse en una tragedia irreversible.
Un mensaje para el presente
El relato de “Pipo” invita a la reflexión: protejamos a quienes amamos y digamos no a la pólvora.
La prevención es la mejor manera de mantener vivas las celebraciones decembrinas en un ambiente de armonía, unión familiar y cero quemados.
