El general retirado Rodolfo Palomino, quien dirigió la Policía Nacional entre 2013 y 2016, se entregó este lunes al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía tras la orden de captura emitida por la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia. El exoficial fue condenado en agosto a siete años y un día de prisión por el delito de tráfico de influencias de servidor público.
La entrega voluntaria se produjo en Bogotá, donde agentes del CTI hicieron efectiva la captura y trasladaron al exdirector policial al búnker de la Fiscalía, lugar en el que permanece bajo custodia mientras avanza el trámite para su reclusión.
A través de su cuenta en X, Palomino aseguró que siempre ha respetado las decisiones judiciales, “así no las comparta”, razón por la cual decidió presentarse por voluntad propia ante las autoridades. También manifestó sentirse “embargado por la tristeza ante lo que considera una injusticia”.
Los hechos que motivaron la condena
La Corte Suprema determinó que Palomino utilizó su cargo para presionar a la fiscal Sonia Lucero Velásquez, quien en 2014 estaba adscrita a la Unidad de Análisis y Contexto. Según el fallo, el entonces director de la Policía intentó influir en la funcionaria para detener o retrasar un operativo de captura contra el empresario Luis Gonzalo Gallo Restrepo y otras 13 personas.
La investigación estableció que Palomino realizó llamadas telefónicas y visitó la residencia de la fiscal con el fin de solicitarle que suspendiera el procedimiento. Sin embargo, la funcionaria mantuvo su decisión y el operativo se ejecutó conforme a lo programado.
Con base en estas pruebas, el alto tribunal concluyó que el oficial incurrió en tráfico de influencias en beneficio de un tercero, conducta por la que ahora deberá cumplir la totalidad de la pena impuesta.










